En los primeros días hubo mucha expectativa en torno al proyecto ley sobre el cual congresistas, representantes de gremios empresariales, líderes sindicales y los ministros del Interior, Armando Benedetti, y del Trabajo, Antonio Santiaguino ofrecieron sus consideraciones.

Sin embargo, en la bancada del Gobierno en el Congreso, el Pacto Histórico, disminuyó la esperanza y creció el escepticismo debido a la posibilidad de que en la iniciativa queden cercenadas cuestiones que la clase obrera considera claves.

Según manifestó la representante Mafe Carrascal, la propuesta en que ahora diseñan los senadores dejaría por fuera de la ampliación de la jornada nocturna y el recargo dominical a quienes trabajan en micro y pequeñas empresas.

Alertó asimismo que quieren eliminar el aumento de dos semanas de la licencia de paternidad, el artículo con medidas para la formalización de transportadores de carga y pasajeros y la posibilidad de ofrecer un contrato laboral a los jóvenes que integran el Servicio Nacional de Aprendizaje.

La legisladora pidió al Pacto Histórico no apoyar la ponencia mayoritaria que se radicará el lunes en la Comisión Cuarta, lo cual dejaría sola a la única integrante de esa bancada en el mentado comité, Aída Avella, frente a la decisión de otros trece congresistas.

La reforma laboral que ahora se discute revivió en el Senado el pasado 14 de mayo, después de que dos meses antes ocho senados de la Comisión Séptima la archivaran.

El proyecto de ley, que fue aprobado en octubre del pasado año por la Cámara de Representantes, plantea cambios significativos a la legislación laboral, como el establecimiento de una jornada laboral máxima de ocho horas diarias y de 42 semanales.

Dispone también que el tiempo extra trabajado no puede exceder las dos horas diarias y las 12 semanales, en tanto estipula un recargo del 35 por ciento para quienes cumplen sus funciones en la noche.

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