En un extenso y cálido mensaje a la organización, Kim resaltó que esta “ha grabado rastros indelebles en la historia, compartiendo el mismo destino de la patria”, en medio de las adversas circunstancias que supone vivir en tierras extrañas.
Chongryon es un ejemplo elocuente de lo fuertes que somos los coreanos, subrayó el también presidente del Comité de Asuntos Estatales.
Recordó que en el VIII Congreso del PTC se consagró la protección de los derechos e intereses de los compatriotas en ultramar como muestra de la voluntad del Partido y del Gobierno de considerarlos parte inseparable de la patria.
“El país que vamos a construir y defender es una potencia donde todos los coreanos en la patria, Japón y otros países gocen de buena salud y vivan en paz y armonía, investidos de una dignidad y un prestigio que nadie se atreva a mancillar”, prometió.
Cobijaremos y cuidaremos (…) a todos los que, sin olvidar su origen, se preocupan por la patria y la comunidad de compatriotas, considerándolos miembros de nuestro gran pueblo, y disfrutaremos juntos de la misma dignidad, prestigio, honor y beneficios, subrayó.
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