Uno de los deponentes más esperados en declarar este lunes es Marcelo Queiroga, quien se desempeñó como ministro de Salud durante el Gobierno de Bolsonaro (2019-2022).
Queiroga es una de las 10 personas convocadas a declarar por solicitud de la defensa del general retirado Augusto Heleno, una de las figuras investigadas por su posible implicación en el plan para revertir el resultado electoral de 2022 y mantener al político ultraderechista en el poder. Las audiencias están previstas para comenzar a las 15:00, hora local, y se desarrollarán a puerta cerrada.
Según el Código de Proceso Penal brasileño, estas declaraciones no serán transmitidas públicamente ni podrán ser grabadas, con el objetivo de preservar la integridad del proceso.
Las sesiones de esta semana forman parte de un cronograma más amplio que se extenderá hasta el 2 de juniuo.
En total, se espera que el STF escuche a 51 nuevos testimonios, entre ellos los de testigos propuestos tanto por el general Heleno como por el propio Bolsonaro.
Dentro de los nombres más relevantes en esta nueva fase de interrogatorios se encuentran figuras de alto perfil del entorno bolsonarista (adeptos del exmandatario), como el gobernador de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, quien anteriormente fue ministro de Infraestructura.
También serán escuchados Valdemar Costa Neto, actual presidente del Partido Liberal (la agrupación política de Bolsonaro), así como antiguos miembros del gabinete presidencial, como Paulo Guedes (ministro de Economía) y Ciro Nogueira (exministro de la Casa Civil y actual senador).
Las declaraciones podrían ofrecer nueva luz sobre el alcance y la organización de los movimientos antidemocráticos que se gestaron en los últimos meses del Gobierno de Bolsonaro, especialmente tras su derrota electoral frente al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en octubre de 2022.
Crece también la expectativa en torno al inicio de las declaraciones de testigos directamente relacionados con Bolsonaro, las cuales comenzarán el 30 de mayo.
Estas audiencias podrían marcar un punto de inflexión en la investigación si se revelan vínculos más concretos entre el exgobernante y la supuesta conspiración para deslegitimar el proceso electivo.
Hasta le fecha, el STF mantiene un enfoque riguroso en estas investigaciones, convertidas en uno de los procesos judiciales más relevantes en la historia política reciente de Brasil.
Mientras tanto, la defensa de Bolsonaro continúa buscando estrategias legales para frenar el avance de los casos en su contra y evitar posibles sanciones judiciales.
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