Los cambios en curso abren la puerta a un “momento global del euro” opinó la titular del Banco Central Europeo (BCE), en una conferencia celebrada en esta capital.

Al decir de la responsable, los inversores, especialmente los de carácter oficial, buscan garantías geopolíticas de otra forma: invierten en los activos de regiones que “son socios fiables en materia de seguridad y pueden cumplir las alianzas con poder duro”.

No obstante, reconoció que primero deben resolver los problemas internos, pues todavía el mercado de capitales de la zona del euro sigue fragmentado, es ineficaz y carece de un activo seguro verdaderamente líquido y disponible al que puedan acudir los inversionistas, razonó.

La lógica económica nos dice que los bienes públicos deben financiarse de manera conjunta, lo cual podría sentar las bases para que Europa aumente su oferta de activos seguros de forma gradual, opinó la dirigente, quien también defendió la coordinación para elevar los gastos militares.

En la actualidad, indicó, el euro es la segunda moneda mundial y supone alrededor del 20 por ciento de las reservas de divisas, en comparación con el 58 por ciento del dólar estadounidense.

El incremento de su papel internacional “puede tener implicaciones positivas para la eurozona” al permitir a los gobiernos y empresas de la Unión Europea obtener préstamos a un menor costo; además, protegería a los países del área frente sanciones u otras medidas coercitivas, valoró.

“El euro no ganará influencia por defecto; tendrá que ganársela”, admitió la representante del BCE.

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