“Gobernar para nosotros implica compromiso y responsabilidad porque pensamos siempre en el pueblo y no en las encuestas; no trabajamos para las encuestas, para que nos pongan un veinte (máxima calificación escolar), no tenemos presupuesto para pagar ello”, dijo.

Tocó el tema en la inauguración de la Cumbre Ministerial del Agua de América Latina y el Caribe, que trata sobre manejo y preservación de recursos hídricos, sobre lo cual giró el resto del discurso de la mandataria.

Su reacción se produjo tras dos nuevas encuestas privadas que coinciden con la primera en consignar más de 90 por ciento de desaprobación a la presidenta peruana, que tuvo reacciones similares ante mediciones de opinión pública con resultados que le son adversos.

Otra característica del sondeo más reciente, de la empresa CPI, que arrojó una desaprobación de 95,9 a la mandataria y una aprobación de 2,4 por ciento.

El gerente general de CPI, Omar Castro, declaró ayer que la desaprobación a Boluarte es mayor entre las mujeres que entre los varones, y añadió que eso puede deberse a que, cuando la mandataria asumió el cargo, creó expectativas en su género que su desempeño defraudó.

La jefa de Estado suele reivindicar el hecho de ser la primera mujer y atribuye las crírticas en su contra a esa condición, a la que suma ser provinciana y quechuahablante, pero en las regiones andinas el rechazo a su gestión es más fuerte.

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