Lula pasó la tarde del lunes en el hospital Sírio-Libanés de Brasilia tras sentirse mal. Fue dado de alta tras realizarse pruebas.
Según el informe médico de la clínica privada, el gobernante presentó vértigo y se le diagnosticó laberintitis.
Determinada literatura médica indica que la inflamación del laberinto, que forma parte del oído interno, se denomina laberintitis y puede provocar pérdida de audición, vértigo y otros síntomas físicos.
Tras el reposo recomendado, Lula salió en la madrugada de este miércoles con destino a Juazeiro do Norte, muicipio del estado de Ceará (nordeste), y de allí continuó hasta Salgueiro (Pernambuco).
En esta ciudad pernambucana, firmará una Orden de Servicio para duplicar la capacidad de bombeo de agua del sistema EBI-3.
Más tarde se dirigirá a Cachoeira dos Índios (Parabaiba), donde inaugurará el tramo Ramal do Apodi, parte del proyecto de transposición del río Sao Francisco.
Regresará a Brasilia por la noche. Para mañana, Lula tendrá agendas en la región sur del país.
Primero, visita una comunidad del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) en Ortigueira (sureo estado de Paraná), donde lanza un programa para impulsar la reforma agraria.
Luego, participa en la ceremonia de reanudación de operaciones en el Puerto de Itajaí (Santa Catarina).
En diciembre, Lula se sometió a una cirugía de emergencia para drenar un hematoma intracraneal tras sufrir cefaleas.
Tal síntoma se presentó 51 días después de la caída que sufrió en uno de los baños de Alvorada.
En septiembre de 2023, el fundador del gobernante Partido de los Trabajadores se hizo una artroplastia total de la cadera derecha, una cirugía para reemplazar, con una prótesis, el cartílago desgastado en esa región del cuerpo.
Cuando el procedimiento se completó, después de un año, pasó por exámenes de revisión.
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