Los cadáveres fueron enviados a laboratorio y la zona fue inmediatamente aislada por técnicos de la Secretaría de Agricultura del Distrito Federal.
El hecho ocurre en un contexto de creciente preocupación sanitaria en Brasil, que ya registra 166 casos de gripe aviar en animales silvestres y focos recientes en producción de subsistencia y comercial.
Uno de los más delicados se confirmó en Montenegro, municipio del estado Rio Grande do Sul, donde aves dieron positivo, según la plataforma del Ministerio de Agricultura para enfermedades respiratorias y neurológicas en esa especie de animales.
En paralelo, el estado de Minas Gerais (sudeste) confirmó esta semana la presencia del virus en tres aves silvestres halladas muertas en una finca de Mateus Leme, en la región metropolitana de Belo Horizonte, capital estadual.
Según el Instituto Minero de Agropecuaria, no se trata de una propiedad comercial, por lo que no habría implicaciones directas en la cadena avícola.
La situación difiere del caso más grave detectado en Rio Grande do Sul el 15 de mayo, cuando la enfermedad fue hallada en una granja comercial, lo que desató la actual crisis sanitaria.
Aunque los casos en aves silvestres o de subsistencia no generan restricciones al comercio exterior, la vigilancia se ha intensificado.
Siete focos están bajo investigación en distintos estados, incluidos uno en una granja comercial de Anta Gorda (Rio Grande do Sul) y otros en regiones rurales de Bahía, Ceará, Amazonas y Río de Janeiro.
Autoridades federales piden a la población que no manipule aves muertas y reporten cualquier hallazgo sospechoso.
Por el momento, la cartera de Agricultura asegura que el consumo de carne de ave y huevos sigue siendo seguro.
Se monitorea la evolución del virus con preocupación, pues el gigante sudamericano es uno de los mayores exportadores mundiales de pollo.
Un brote de mayores proporciones podría generar consecuencias económicas significativas si llegaran a afectarse las exportaciones.
El Zoológico de Brasilia permanecerá cerrado hasta nuevo aviso, a la espera de los resultados de laboratorio. El país se enfrenta al desafío de contener la propagación del virus sin generar pánico ni comprometer su posición en el comercio global avícola.
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