Premio Nacional de Cine en 2019 y Premio Lucía de Honor, del Festival Internacional de Cine Pobre de Gibara 2024, su obra está presente en películas representativas de la filmografía nacional.
En 1961 comenzó a trabajar en el Icaic como asistente de cámara y en 1973 debutó como director de fotografía, trabajando con importantes realizadores cubanos.
Fue fotógrafo de filmes como El corazón sobre la tierra (1985) de Constante ( Rapi) Diego; Amada (1983) y Cecila (1981), de Humberto Solás; Retrato de Teresa (1979), de Pastor Vega; Una novia para David (1985) de Orlando Rojas.
Su lente estuvo presente también en las cintas Un hombre de éxito (1986) y El siglo de las luces (1992), ambas también de Solás; y La inútil muerte de mi socio Manolo (1989), de Julio García Espinosa.
Su amplia filmografía y las imágenes que nos legó, lo inscriben para siempre en la historia del cine cubano, señala la nota del Icaic, que a su vez transmitió sus condolencias a sus familiares y amigos.
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