El debate inició luego de que Bertil Cottier, jefe de la Comisión contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI) de dicho órgano regional con sede en Estrasburgo, Francia, e independiente de la Unión Europea (UE), recomendó el miércoles último a Italia realizar un estudio sobre la discriminación racial policial, para evaluar esa situación.

La preocupación fue expresada inicialmente por la vicepresidenta de la ECRI, Tena Simonovic Einwalter, quien al presentar su informe anual sobre este tema aseveró que dicho problema “es frecuente en Italia y Francia”, indica un reporte publicado en el sitio digital del diario Quotidiano Nazionale.

En esos países, según afirmó Simonovic Einwalter, “la policía detiene a las personas por el color de su piel, su presunta identidad o religión, y todo esto viola los valores europeos”.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, calificó ese planteamiento de “simplemente vergonzoso” y destacó “la valentía, la dedicación y el respeto por la ley” de las fuerzas del orden de su país que, según afirmó, son “atacadas en numerosos episodios, a menudo por inmigrantes ilegales”.

“Lamentablemente, no es la primera vez que algunos órganos del Consejo de Europa, también financiados con el dinero de los ciudadanos italianos, se entregan a juicios infundados, fruto de un enfoque ideológico y prejuicios evidentes”, añadió Meloni.

Por su parte el presidente italiano, Sergio Mattarella recibió esta mañana a Vittorio Pisani, director general de Seguridad Pública y jefe de la Policía, a quien reafirmó la confianza en esa fuerza “cuya acción se inspira en el espíritu democrático y los valores de la Constitución”, apunta un comunicado oficial .

El partido de derecha La Liga, integrante de la actual coalición gubernamental lanzó un mensaje en las redes sociales contra el CdE, con la consigna “¡Fuera las manos de nuestras fuerzas policiales!”, en el que insta directamente a disolver esa institución regional.

El ministro del Interior, Matteo Piantedosi, consideró “sorprendente e inaceptable que el Consejo de Europa emita juicios infundados e ideológicos” y se pronunció contra el CdE, a la que valoró como una “institución con poca repercusión, alejada de las necesidades reales de los ciudadanos”.

“Ahora, tras otro ataque gratuito e injusto contra quienes arriesgan su vida para garantizar la seguridad de todos, afirmo que, es de una condición de dudosa utilidad, y corre el riesgo de volverse incluso perjudicial”, agregó el ministro sobre esa organización europea, fundada en 1949, e integrada actualmente por 46 naciones.

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