El texto, titulado “La transición energética y la descarbonización industrial” de los especialistas Chirayu Batra y Eric Ingersoll, fue divulgado este viernes por el OIEA a través de su sitio web.

Según el análisis, en 2022, el 37 por ciento del uso de energía a escala global correspondió al sector industrial, que fue responsable directo de la emisión de nueve gigatoneladas de dióxido de carbono (CO2).
Dicha cifra equivalió al 25 por ciento de las emanaciones de CO2 atribuidas al sistema energético en el mundo, sin contar las emisiones indirectas procedentes del uso de electricidad para procesos industriales, precisa el artículo.
A pesar de los compromisos climáticos, las emisiones de proceso causadas por los principales países industrializados siguen aumentando a un ritmo constante, alertaron los analistas.
Actualmente una de las principales tendencias en la transición energética es el impulso hacia la electrificación a gran escala, pero la alternativa encara notables desafíos, sobre todo en cuanto a la satisfacción de las necesidades de calor y electricidad del sector industrial, estimaron los especialistas.
En la cumbre climática de la COP28, más de 22 Estados se comprometieron a trabajar para triplicar la capacidad nuclear mundial de aquí a 2050, como una alternativa para contener la emisión de gases de efecto invernadero.
No obstante, esto produciría alrededor de nueve mil teravatios-hora (TW-h) de energía, lo que equivale al consumo total del que fue responsable el ramo de la siderúrgica en 2022, sopesó el estudio.
Para la total descarbonización de esferas altamente consumidoras, como la química, la petroquímica, la del cemento y el papel, se necesitaría un aumento mucho mayor del calor y la electricidad “limpios”, sintetizó.
A juicio de los investigadores, el uso de fuentes intermitentes no se ajusta a las necesidades de la gran industria; sin embargo, una fuente descentralizada de energía nuclear, como un pequeño reactor modular, puede proporcionar suficiente calor y electricidad para satisfacer las exigencias.
En tal sentido, destacaron que la expansión de los centros de datos elevaron la demanda global de electricidad: el uso combinado de Amazon, Microsoft, Google y Meta aumentó más del doble entre 2017 y 2021, ilustraron.

Además, se prevé que el consumo de electricidad en ese tipo de instalaciones superará los mil TW-h de aquí a 2026 y crecerá aún más con el auge de la inteligencia artificial (IA).
En consecuencia, varias multinacionales tecnológicas están considerando fuentes nucleoeléctricas avanzadas, como una futura opción de energía limpia, acotaron.
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