Durante la celebración del Festival Kaamatan, en el estado de Sabah, el gobernante destacó que el Ejecutivo no tolerará que sus líderes desvíen fondos públicos para beneficio personal, mientras la población enfrenta dificultades.
A la vez, rechazó que se actúe guiado por percepciones, calumnias o insultos, pues el país cuenta con leyes que deben respetarse para garantizar justicia a todos, según afirmó.
Tales declaraciones guardan relación con recientes acusaciones de corrupción presentadas en videoclips, que involucran a varios miembros de la asamblea estatal de Sabah.
El primer ministro aseguró que la Comisión Anticorrupción de Malasia (MACC) lleva a cabo una investigación conforme a los procedimientos legales correspondientes.
Anwar reiteró que, a pesar de su cargo, no interviene en casos de corrupción, pues antepone el deber de respetar el sistema legal del país, donde cada entidad tiene responsabilidades claras.
La MACC y la policía investigan, el Fiscal General procesa, los jueces dictan sentencia y el primer ministro garantiza el correcto funcionamiento institucional, expuso.
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