El Coliseo Nacional de Ingenieros, de Tegucigalpa, será el epicentro de la Asamblea Nacional Extraordinaria de la joven formación oficialista, que congregará a más de cuatro mil delegados, entre autoridades partidarias, territoriales y representantes de movimientos sociales.
Convocada por el coordinador general de Libre y expresidente hondureño, Manuel Zelaya (2006-2009), a la cita -calificada de histórica para el proyecto de refundación nacional- acudirán también los candidatos electos en los comicios primarios e internos del pasado 9 de marzo.
De acuerdo con el exmandatario, el encuentro de este sábado tendrá como objetivo proclamar oficialmente a Moncada como “la próxima presidenta de Honduras y de la inmensa mayoría del pueblo hondureño que la respalda”.
Ello, subrayó, tras los “sobresalientes resultados obtenidos” por la agrupación y su presidenciable en la contienda de marzo, en la que resultó la postulante más votada entre las tres formaciones mayoritarias de la nación centroamericana, que concurrieron entonces a las urnas.
Los otros dos aspirantes presidenciales son Nasry Asfura y Salvador Nasralla, de los derechistas partidos Nacional y Liberal, respectivamente.
En una carta pública dirigida el pasado martes a la mandataria de Honduras, Xiomara Castro, Moncada presentó su renuncia como ministra de Defensa para dedicarse de lleno a su campaña política.
Su dimisión se enmarcó en la Ley Electoral, según la cual los funcionarios que aspiran a altos cargos de elección popular deben renunciar seis meses antes de las elecciones generales.
En su convocatoria a la Asamblea, Zelaya destacó que se trata de un evento histórico para reafirmar los principios de Libre como un “partido revolucionario, socialista democrático, antioligárquico y en resistencia”.
El exgobernante concluyó su mensaje con un llamado a la unidad de Libre y ratificó su compromiso con la causa de la organización y la propuesta de Moncada.
La candidata oficialista buscará en noviembre un segundo mandato consecutivo para Libre, agrupación nacida tras el golpe de Estado de 2009 contra Zelaya y que en 2021 catapultó a Castro al poder, cuya triunfo marcó el fin del centenario bipartidismo de nacionalistas y liberales.
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