Entre los más destacados visitantes que pasaron por la terminal, resaltan también los papas Francisco y Juan Pablo II, deportistas como Pelé y Maradona, y de allí partieron, en su mayoría perseguidos por la necesidad, los más de tres millones de emigrados peruanos.

Por todo ello, la despedida de la restaurada edificación tuvo mucho de añoranza por lo que significó para muchos peruanos y migrantes llegados a esta tierra.

La terminal cesó sus operaciones al mediodía para ceder su lugar al moderno aeopuerto que hereda su nombre, el de un pionero peruano de la aviación francesa, y hasta su actual pista de aterrizaje, que seguirá operativa y a la que se ha agregado otra.

Inaugurado en 1995, aunque operativo desde varios atrás, el Jorge Chávez albergó cuatro horas de diálogo entre el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, y el mandatario nacionalista peruano Juan Velasco Alvarado, el 4 de diciembre de 1971, en una escala a su retorno de una larga visita a Chile.

A la terminal también llegó la ayuda internacional a los damnificados del pavoroso terremoto deo 31 de mayo de 1970, entre la cual llegó entre las primeras la primera brigada médica cubana que pisó tierra peruana y de inmediato se instaló con médicos y otros profesionales de la salud en la zona del desastre.

Cuando fue inaugurado, una crónica periodística señaló que el aeropuerto ubicado en la provincia portuaria del Callao, adyacente a Lima, destacó que su modernidad era tal, que no quedaría fuera de época antes del año 2000, aunque su reemplazo llegó 25 años más tarde.

Aquel aeropuerto era “considerado entre los cinco más grandes e importantes del mundo”, anotó el diario Expreso, tal vez con algo de exageración, aunque desde entonces, por su posición geográfica, era un centro de confluencia y tránsito en este lado de la subregión suramericana.

La misma noticia permite apreciar las grandes distancias de magnitudd y tecnología entre el Jorge Chávez en sus inicios y el recién inaugurado, la nota de prensa destacaba que este podía recibir en forma simultánea tres aviones y aparcar nueve jets, entonces modernos.

Muchos se preguntan si tiene sentido cerrar la antigua terminal cuando, como han hecho muchas otras ciudades del mundo, puede dedicarse a atender vuelos nacionales, compartiendo las pistas de aterrizaje y despegue, opción que algunos consideran posible.

Por lo pronto, el destino que tendrá el bello edificio, de escaso deterioro, es todavía incierto y a medio día comenzó el “apagón aeronáutico” con la suspensión de todos los vuelos para proceder a 12 horas de mudanza de equipos, muebles y otros elementos, al grande y nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.

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