“Por demasiado tiempo se ha tratado a las mujeres que abortan como criminales”, dijo el mandatario, y recordó que son miles las que recurren cada año a esta práctica de manera clandestina, poniendo en riesgo sus vidas.
Boric solicitó a los parlamentarios que, pese a las diferencias, no se nieguen a la discusión de este tema.
“Esta diversidad que se expresa hoy día en el Parlamento se tiene que analizar de manera civilizada, discutiendo, no vetando la discusión y no negándole el derecho de las mujeres a decidir”, dijo el presidente, quien fue ovacionado por muchos de los presentes.
En la actualidad la interrupción voluntaria del embarazo solo está permitida en tres causales: cuando se trata de violación, peligro para la vida de la madre o inviabilidad fetal.
Sin embargo, aún por estos motivos hay dificultades para el acceso a la salud oportuna de las mujeres que deciden someterse al procedimiento.
Según diversas fuentes, cada año entre 30 mil y 150 mil féminas acuden a centros clandestinos para interrumpir la gestación, sin apoyo médico y con medicamentos del mercado ilegal.
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