Canales como Teletica.com mantienen espacios fijos dedicados a esas afectaciones, que incluyen deslizamientos, desbordes de embalses, inundaciones y, sobre todo, fuertes corrientes de ríos, arroyos y alcantarillas sobre gran número de cañadas.
Estas últimas devienen creciente elemento de peligrosidad por su mayoritaria presencia en zonas urbanas densamente pobladas, lo cual aumenta de forma especial las pérdidas materiales y peligros para la ciudadanía.
Las autoridades reportan el abandono de viviendas por los vecinos de comunidades como la capitalina Tibás, una veintena de cuyos pobladores quedaron sin refugio y la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) tuvo que habilitarles albergues.
Las afectaciones en casi todas las provincias incluyen un enorme deslizamiento que dejó aislados a los vecinos de la capitalina barriada Vista de Mar de Puriscal, cerca de la importante ruta 239.
La CNE reportó, además, persistentes aguaceros en localidades como Naranjo, Grecia, Los Chiles y Nicoya, con la destrucción de caminos y otras vías, así como anegaciones hacia viviendas y sembrados.
Los mayores peligros para la población son generados por el terreno favorable que ofrece para inundaciones, deslizamientos y crecidas la saturación de las tierras en la mayor parte del país por anteriores caídas de agua.
Las lluvias afectaron durante las últimas 48 horas la mayor parte del territorio nacional y condujeron a las autoridades a decretar la alerta amarilla, excepto en las regiones del Caribe Sur, que mantienen la alerta verde.
Los sectores más impactados por fuertes aguaceros y tormentas son los del Pacífico Norte y Central, la Zona Norte y las montañas del Caribe Norte, añadió el director de la CNE, Alejandro Chacón.
Miembros de los comités regionales de emergencia “permanecen activos a lo largo de todo el territorio nacional, atentos a cualquier situación que pueda surgir”, subrayó el funcionario.
La Zona de Convergencia Intertropical que afecta ahora a Costa Rica es una franja de baja presión alrededor de la Tierra y próxima al Ecuador, en la cual convergen los vientos alisios del norte y los del sur y causan fuertes tormentas eléctricas y lluvias intensas.
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