Según trascendió, la compañía continúa con el transporte de piezas de repuesto del caza F-35 a la Fuerzas Aérea de Israel.
El incidente aconteció en la sede de la compañía en la ciudad neerlandesa de Rotterdam; las ventanas del inmueble aparecieron rotas y llenas de pintura roja, y el grupo escribió la palabra genocidio en las puertas de entrada al bloque.
Los cuatro detenidos forman parte del grupo Palestine Action, asumieron la responsabilidad y acusaron a Maersk de seguir con el transporte de armamento a las fuerzas de Israel.
Asimismo, amenazaron a la empresa con nuevas protestas y actos de vandalismo, según informaciones del canal de televisión Rijnmond.
«Maersk apoya el ciclo regular de transporte de piezas para el caza F-35 entre Estados Unidos, Israel y Países Bajos. De esta manera, Maersk participa directamente en el transporte de equipos militares que se emplean para atacar a la población civil palestina», lamentó la organización en un comunicado difundido en redes sociales.
A finales de abril último, el Gobierno de Países Bajos anunció el endurecimiento del control de las exportaciones de artículos militares a Israel debido a la situación en la Franja de Gaza, donde murieron hasta la fecha más de 54 mil personas.
Igualmente, la Justicia neerlandesa estableció la existencia de un riesgo plausible de que se produzcan violaciones del Derecho Internacional mediante el uso de estos cazas en el enclave palestino.
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