Las crecidas provocadas por lluvias de la última onda tropical, combinada con la denominada Zona de Convergencia Intertropical, originan cierres permanentes o temporales de esas estratégicas vías de comunicación, por la caída de taludes con tierra y vegetación, según el Canal Teletica.com.
Los intensos aguaceros originaron en especial el cese del funcionamiento de las estratégicas Ruta 32, que lleva de San José a Limón y la 239 hacia Puriscal.
La carretera 716 entre Grecia y Atenas permanece cerrada por un significativo deslizamiento en la zona, mientras la 239 sufrió un importante derrumbe a la altura de Vista del Mar de Puriscal y permanece bloqueada de forma indefinida.
Las tormentas aumentan, además, las corrientes de ríos, arroyos y alcantarillas, estas últimas causantes de la anegación de viviendas en localidades como la alajuelense San Carlos.
Comunidades de este último municipio fueron devastadas por las crecidas de los ríos Florencia y Aguas Zarcas, que abarcaron extensas zonas vulnerables por la saturación de anteriores precipitaciones en sitios como Belén, Heredia y Barva.
La Zona de Convergencia eleva los niveles de humedad y empeora efectos de las lluvias como deslizamientos, desbordes de embalses, y crecidas de ríos y arroyos, sobre todo en San Antonio de la Suiza, Tayutic, Guadalupe la Mina y Tuis, de acuerdo con la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
Esa área atmosférica que ahora afecta ahora a Costa Rica es una franja de baja presión alrededor de la Tierra y próxima al Ecuador, en la cual convergen los vientos alisios del norte y los del sur y causan fuertes tormentas eléctricas y lluvias.
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