Este consta de una punta magnetoelástica suave y tinta ferrofluídica, capaz de convertir de forma sensible y cuantitativa los movimientos de escritura, tanto en superficie como en el aire, en señales analizables de alta fidelidad para efectuar el diagnóstico.

De acuerdo con los resultados de la pesquisa, publicados en la revista Nature Chemical Engineering, para validar el potencial clínico del bolígrafo se realizó un estudio piloto en humanos, que incluyó tanto a pacientes con Parkinson como a participantes sanos.

El elemento de diagnóstico registró con precisión las señales de escritura a mano, y un análisis unidimensional asistido por redes neuronales convolucionales distinguió con éxito a los pacientes con EP con una precisión promedio del 96,22 por ciento.

Según los investigadores, esta representa una tecnología de bajo costo, ampliamente difundible y fiable, con el potencial de mejorar el diagnóstico de esta enfermedad neurodegenerativa en grandes poblaciones y zonas con recursos limitados.

Los síntomas principales de la EP son motores, en particular la rigidez, el temblor, la disminución de movimientos o incapacidad total para hacerlos, entre otros.

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