Se trata de mil 753 trajes antishok, especiales para controlar las hemorragias posparto, así como de 10 equipos de apoyo para la respiración en los niños que nacen con dificultades respiratorias, destacó la coordinadora del componente de salud materno de Minsa, Maribel Hernández.

“El país tiene como problema la hemorragia en las mujeres después de que se ha realizado un parto y esto es precisamente una de las medidas que está en nuestros protocolos de acción como médico”, señaló Hernández quien añadió que la inversión de tales dispositivos fue de 10,2 millones de córdobas (más de 278 mil 536 dólares).

Según fuentes médicas, los trajes antishok son prendas de compresión que se aplican al cuerpo, principalmente en las piernas y la pelvis, para ayudar a estabilizar la presión arterial y mejorar el flujo sanguíneo a los órganos vitales de las mujeres tras el parto.

En tanto, los dispositivos para la respiración en niños conocidos como presión positiva continua en la vía aérea, es una técnica de soporte respiratorio, la cual utiliza un flujo de aire con una presión positiva constante para mantener las vías aéreas abiertas y mejorar la ventilación pulmonar en neonatos.

Los trajes fueron destinados a todos los municipios de Nicaragua, priorizando las unidades de salud de Bilwi, Bluefields y Las Minas.

El desarrollo y modernización del sistema de salud pública en Nicaragua forma parte de las políticas del Gobierno sandinista desde su retorno al poder hace 18 años, con el objetivo de garantizar atención médica gratuita a la población.

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