“No creemos que sea justa ni sostenible, porque encarece todo y esperamos llegar a un acuerdo. Si no se logra, pues estaremos anunciando también algunas medidas que tenemos que tomar necesariamente para fortalecer y proteger los empleos”, aseveró.
La jefa del Ejecutivo aludió a la entrada en vigor este miércoles de un decreto firmado por el presidente norteamericano, Donald Trump, para elevar de 25 a 50 por ciento el impuesto a las importaciones de ambos materiales procedentes de todo el mundo, con excepción de Reino Unido.
“En el caso de México, es injusta. Número uno, porque como lo hemos dicho varias veces, México importa más de lo que exporta en acero y en aluminio. Entonces, formalmente se pone un arancel cuando hay un déficit”, explicó la mandataria.
Desde la perspectiva de este país latinoamericano, agregó, carece de sustento legal, debido a la existencia del tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC).
“Se está viendo por razones de seguridad nacional de Estados Unidos y ayer mismo la vocera de Casa Blanca dice que hay muy buena colaboración en todos los términos con México, incluido el tema de seguridad. Entonces, no creemos que tenga sustento”, señaló.
Además, refirió, resulta insostenible, porque así como en la construcción de un auto hay muchas autopartes que pasan de un lado a otro de la frontera, en el caso del acero ocurre lo mismo.
Adelantó que este miércoles sostendrá una reunión con las cámaras del acero y el aluminio, y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, mantendrá en próximos días un encuentro tanto con el titular de tratados comerciales como con el de Comercio en Estados Unidos.
“Entonces, si no (hay acuerdo), pues la próxima semana estaremos también anunciando algunas medidas que estaríamos tomando nosotros, que no tiene que ver con un ojo por ojo, sino de protección de nuestra industria y nuestros empleos”, insistió.
Trump anunció el 2 de abril los denominados aranceles recíprocos contra otras naciones, pero mantuvo en cero las tarifas a los productos de México y Canadá amparados por el T-MEC, por donde fluye la mayor parte del intercambio en Norteamérica.
Al día siguiente, Sheinbaum atribuyó a las buenas relaciones establecidas con la administración del vecino territorio norteño el reconocimiento del acuerdo entre las tres naciones, algo que consideró fundamental en ese momento.
México continuó las negociaciones debido a los aranceles de Washington al acero, el aluminio y los autos provenientes de todas las naciones, y en este último caso obtuvo condiciones favorables tras una disposición estadounidense publicada en mayo.
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