Según la comunicación del FSB, ambas detenidas transmitían información sobre instalaciones militares ubicadas en la península de Crimea a los servicios especiales ucranianos.
Las dos mujeres pasaron a Kiev las direcciones y coordenadas de instalaciones militares, entre ellas un almacén de combustible y lubricantes de una de las unidades militares, con el fin de que las Fuerzas Armadas de Ucrania pudieran atacarlas posteriormente.
Además, una de ellas observaba, recopilaba y transmitía información a los servicios ucranianos sobre un militar de la Flota rusa del mar Negro.
Las espías pueden enfrentarse a una condena de hasta 20 años de prisión.
El FSB volvió a llamar la atención sobre el hecho de que los servicios especiales de Ucrania utilizan cada vez más los servicios de mensajería Telegram y WhatsApp para involucrar a los ciudadanos en actividades de sabotaje e inteligencia.
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