El presidente del BUT, Rudy Lovell, calificó la situación como «inaceptable» y exigió la intervención inmediata de las autoridades educativas.
«Hemos visto solo esta semana cuatro ataques en tres instituciones, con dos profesores lesionados. Esto no puede continuar», declaró el líder sindical y denunció un clima creciente de indisciplina, agresiones verbales y violencia física.
Lovell comentó que «esta ola de violencia no es nueva», mencionó otros incidentes este año, y subrayó que las amenazas verbales y la falta de respeto a la autoridad han creado un entorno laboral «tóxico» para los educadores.
En su declaración el presidente del BUT exigió al Ministerio de Educación acciones inmediatas para garantizar la seguridad en las aulas, protocolos ante agresiones y apoyo psicológico y legal para docentes afectados.
«Nuestros maestros merecen trabajar en un ambiente seguro. No podemos normalizar la violencia», sentenció.
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