Se trata de un deber que trasciende generaciones y colores políticos, expresó el mandatario durante su discurso en la sesión inaugural del diálogo sobre Haití en el Consejo Económico y Social (CES), a la que asistieron los expresidentes Hipólito Mejía, Danilo Medina y Leonel Fernández.

Abinader resaltó que, en tiempos difíciles, la grandeza de una nación se mide por su capacidad de encontrar unidad entre sus diferencias.

Consideró que solo así se podrá enfrentar la situación que atraviesa Haití, caracterizada -dijo-, por el colapso de sus instituciones, la fragmentación de su tejido social y una crisis humanitaria sin precedentes.

Para el dignatario, la situación requiere una respuesta «que no puede ser improvisada ni unilateral, sino un análisis serio, voluntad de diálogo y visión de Estado».

Más adelante, precisó que la convocatoria de un foro plural en el CES busca abrir un espacio para identificar las mejores rutas para afrontar esta crisis de manera firme y justa.

Al reconocer que la realidad migratoria es uno de los principales temas a tratar y que ha puesto a prueba las capacidades institucionales y sociales del país, el jefe de Estado consideró necesario “alcanzar un modelo migratorio que sea humano en su trato, pero firme en su control”, de manera que se protejan los legítimos intereses del país.

Para esto, dijo, se deben modernizar los sistemas de control, fortalecer la gestión fronteriza y asegurar un cumplimiento efectivo de las leyes migratorias.

Sobre el comercio bilateral, el presidente recordó que el intercambio comercial con Haití ha sido, durante décadas, un pilar para numerosos sectores de la economía dominicana.

Sin embargo, advirtió que este comercio está marcado por la informalidad, el contrabando y la falta de regulaciones claras.

Por este motivo, estimó que una de las metas del CES es buscar vías adecuadas para institucionalizar un comercio bilateral seguro, transparente y beneficioso para ambas naciones, ya que es un pilar para numerosos sectores de la economía.

Ante esta necesidad, dijo que urge diseñar mecanismos que eliminen las prácticas ilegales y fortalezcan los canales formales de intercambio.

Asimismo, expresó que se debe reflexionar sobre las estrategias para proteger el territorio dominicano de las amenazas del crimen transnacional, el tráfico de personas, de armas y de sustancias ilícitas.

Abinader puntualizó que se debe debatir en el CES cómo articular una política exterior activa, que convoque al mundo a una acción conjunta para la reconstrucción institucional y económica de esa nación fronteriza.

El Consejo Económico y Social (CES) está formado por un presidente, una secretario general y 45 consejeros, a saber, 15 representantes de las organizaciones laborales, igual cantidad de las entidades empresariales y 15 de las sociales.

Tiene como principal función la promoción de la concertación social como “un instrumento esencial para asegurar la participación organizada de empleadores, trabajadores y otras organizaciones de la sociedad en la construcción y fortalecimiento de la paz social.

El presidente dominicano invitó en abril pasado a los exmandatarios Leonel Fernández, Danilo Medina e Hipólito Mejías a reunirse para tratar la crisis en Haití, que según indicó, plantea retos a la República Dominicana.

De ese primer diálogo entre los cuatro dirigentes políticos nació el acuerdo de convocar al referido Consejo.

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