De acuerdo con las autoridades, esto ocurre después de que miles de familias sirias regresaran a sus lugares de origen.
Durante más de una década, el campamento ha sido un símbolo del sufrimiento de los sirios desplazados. Se creó en 2014 en una zona desértica y árida, a dos miles se sentaron tras huir de los combates en las provincias de Homs y Damasco-campo y de las ciudades desérticas de Palmira, Sukhnah y Qurayateen.
Los residentes de Rukban han sufrido condiciones humanitarias extremadamente duras sin ayuda humanitaria, lo que ha provocado la propagación de enfermedades y desnutrición, y se registraron muertes por falta de atención médica.
El campamento carecía también de infraestructura educativa o de servicios, lo que ha llevado a organizaciones de derechos humanos a describirlo como «uno de los peores lugares de refugio del mundo».
Medios de prensa informaron que el desmantelamiento del campamento se está coordinando entre líderes tribales de la zona y grupos civiles, en medio de una ausencia casi total de apoyo internacional directo.
Testigos presenciales confirmaron que la mayoría de las tiendas de campaña y las instalaciones básicas del campamento han sido desmanteladas, en una escena que marca el final de un capítulo oscuro en la historia del desplazamiento en Siria.
Activistas advirtieron de la continua ausencia de un plan claro para reintegrar a los retornados y asegurar sus necesidades básicas, e instaron al gobierno y a las organizaciones internacionales a contribuir a la reconstrucción de las zonas afectadas y brindar el apoyo necesario para garantizar el regreso seguro y digno de los desplazados.
En la primera reacción gubernamental al respecto, el ministro sirio de Información, Hamza Al-Mustafa, afirmó que el desmantelamiento del campamento y el regreso de los desplazados marca el cierre de un capítulo trágico en las historias de desplazamiento.
Al-Rukban no era solo un refugio, sino un verdadero triángulo de la muerte, donde se vivieron la crueldad del asedio y la hambruna, donde miles estaban abandonados a su suerte en el árido desierto, escribió el Ministro en la plataforma X.
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