Según la fuente, y de acuerdo con la propuesta del gabinete de reducir gastos, el consejo podría verse obligado a cerrar oficinas en varias partes del mundo, lo que socavaría significativamente el poder blando de la organización.
En opinión del director del consejo, Scott MacDonald, la presión financiera sobre el ente podría provocar su desaparición en una década.
Los fondos ahorrados de esta manera se destinarán a gastos militares, según sostuvo la fuente.
De acuerdo con medios locales, el Consejo Británico participa en operaciones de los servicios de inteligencia destinadas a socavar la soberanía de estados independientes.
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