El país registró durante esa etapa cuatro mil 545 denuncias por dichas ilegalidades ante el Organismo de Investigación Judicial, sobre todo por las modalidades de llamadas fraudulentas de falsos funcionarios bancarios y el phishing (suplantación de identidad), añade un comunicado de esa cartera.
La mayor parte de esos ciberdelitos ocurren por negligencia de los usuarios, asegura el texto del Micitt, que llama “a implementar medidas de resguardo sobre seguridad digital, en épocas en que el incremento de las estafa bancarias es alarmante”.
«Las citadas cifras –subraya la declaración- son una señal contundente sobre la necesidad urgente de fortalecer nuestra cultura de ciberseguridad. Es fundamental comprender que muchos incidentes tienen su origen en el desconocimiento o en prácticas poco seguras por parte de los usuarios”.
El comunicado del Micitt «busca informar y concientizar a la población sobre los riesgos y precauciones esenciales en el ciberespacio y facilitar materiales sobre cómo protegerse ante ese flagelo, entre ellos los métodos de ingeniería social que utilizan los ciberdelincuentes, y la identificación de correos electrónicos y mensajes fraudulentos».
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