Cuatro miembros de las Fuerzas de Autodefensa (Ejército) japonesas resultaron heridos por el inesperado estallido en un almacén temporal de municiones sin detonar, cuando estaban quitando óxido de la superficie de la bomba para determinar su tipo.
El Ministerio de Defensa de Japón afirma que se trata del primer accidente de este tipo de una unidad de desactivación de bombas de las Fuerzas de Autodefensa, en más de 50 años de labor.
Ninguno de los heridos se encuentra en estado de riesgo vital, pero el departamento de bomberos local informó que, entre los lesionados, uno de 40 años de edad sufrió quemaduras en la mano izquierda y otro de unos 20 años recibió un impacto de metralla en la cara.
La explosión fue calificada de leve por los bomberos, en la base ubicada entre los pueblos de Kadena y Chatan, en la prefectura de Okinawa.
En dicha base norteamericana, existen instalaciones compartidas por militares de Estados Unidos y Japón, país donde el primero tiene unos 54 mil soldados.
La mayoría de los militares se encuentran en la sureña isla subtropical de Okinawa, que alberga dos tercios de las tropas estadounidenses desplegadas en esta nación asiática.
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