Durante un discurso en la base militar de Fort Bragg, en Carolina del Norte, Trump justificó la decisión de movilizar a unos cuatro mil miembros de la Guardia Nacional y casi 700 marines para accionar sobre estas manifestaciones.

«¿Oyeron hablar de que he desplegado miles de efectivos de la Guardia Nacional y cientos de marines para proteger a las fuerzas del orden federales de los ataques de una turba violenta y despiadada y de algunos radicales de izquierda?”, preguntó el gobernante republicano al auditorio.

Dijo, para referirse a la presunta gravedad de los acontecimientos, que no permitirá “que una ciudad estadounidense sea invadida y conquistada por un enemigo extranjero”.

También denigró a Los Ángeles que “ha pasado de ser una de las ciudades más limpias, seguras y hermosas del mundo a ser un basurero con barrios enteros bajo el control de bandas transnacionales y redes criminales”.

“En pocas palabras, liberaremos Los Ángeles y la haremos libre, limpia y segura de nuevo”, añadió Trump en su discurso con motivo del aniversario 250 del Ejército de Estados Unidos.

El ocupante del Despacho Oval insistió en el mensaje xenófobo que utilizó en su campaña electoral y que le allanó el camino de vuelta a la Casa Blanca.

“Muchas de esas personas fueron traídas aquí por la administración (de Joe) Biden. Los trajeron aquí. Venían de prisiones. Venían de cárceles de todo el mundo. Venían de instituciones mentales. Eran líderes de pandillas. Eran capos de la droga. Se les permitió entrar en nuestro país. Sus países los echaron”, sostuvo sin pruebas.

Los Ángeles vive el quinto día de protestas contra las redadas migratorias. La alcaldesa Karen Bass advirtió en una entrevista concedida al diario La Opinión que la ciudad está bajo asedio desde que comenzaron el 6 de junio los operativos.

A juicio suyo, los disturbios derivados de las redadas no ameritaba la presencia de la Guardia Nacional en Los Ángeles y mucho menos que emplazaran a los Marines.

“Traté mucho con la administración (de Donald) Trump de hacerlos ver que no era necesario que trajeran a las tropas federales, porque eso sería una provocación. La ciudad de Los Ángeles estaba en calma hasta que empezaron las redadas y David Huerta fue arrestado y lesionado”, subrayó.

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