La zafra fue normal, el tonelaje cañero fue muy similar al del año pasado, pero el rendimiento en el grano un poco menor, explicó el presidente de la Asociación encargada del rubro en el país, Alfredo Vila, citado por el diario Prensa Libre.
Al presentar un balance preliminar de los resultados durante el lanzamiento de una campaña centroamericana de prevención del trabajo infantil en la agroindustria, descartó mencionar algo extraordinario en la cosecha previa.
Describió que, en 2024, al inicio se registró un “verano muy seco” en las zonas de la Costa Sur, y durante el invierno fue “exageradamente lluvioso”, pero que el resultado fue bueno al concluir la zafra.
En términos generales, acotó la autoridad, se observó un tonelaje de caña de azúcar idéntico, aunque el rendimiento un poco menor, debido a la cantidad de agua, lo que disminuye la productividad y, por ende, el volúmen de azúcar.
En marzo del año 2024, recordó Vila, la sequía y la falta de lluvias afectaron el rendimiento cañero, y en esa ocasión se proyectó una caída en la producción del cuatro por ciento, por lo que la agroindustria se declaró en emergencia.
Adelantó que los análisis consideran neutras a futuro las condiciones climáticas y esperan una buena zafra próxima.
“El clima es impredecible, pero ahora contamos con herramientas de proyección mucho más científicas y mejores”, enfatizó el presidente de la Asociación de Azucareros de Guatemala.
El 40 por ciento de la elaboración del dulce grano en la tierra del quetzal se destina a abastecer el mercado local, mientras el 60 llega a más de 50 Estados.
La temporada azucarera 2024/2025 arrancó en esta nación a inicios de noviembre último y finalizó con la llegada de la época lluviosa, mientras en ella intervinieron 13 fábricas.
A pesar de ocupar el lugar 14 dentro los productores globales del rubro, Guatemala juega un papel importante en el mercado, solo superada por Brasil en América Latina.
mem/znc





