Necesitamos coordinar un sistema de protección en torno a Al-Shara, dijo el enviado estadounidese en declaraciones que fueron difundidas ampliamente en la prensa siria.

Barrack destacó la amenaza que representan los combatientes extranjeros rebeldes que rechazan unirse al ejército nacional sirio y que grupos como el Estado Islámico (Daesh) los están reclutando.

Cuanto más se tarde en llevar alivio económico a Siria, más grupos fraccionales habrá que digan: Esta es nuestra oportunidad de perturbar el orden, dijo el diplomático.

Dijo que es necesario disuadir a cualquiera de esos posibles atacantes enemigos antes de que lleguen allí, y para ello es importantes establecer una estrecha cooperación e intercambio de inteligencia entre los aliados de Estados Unidos en lugar de una intervención militar.

Barrack, quien se ha reunido dos veces con Al-Sharaa , describió al presidente sirio como «inteligente” y minimizó el escepticismo sobre el pasado yihadista.

Estoy seguro de que nuestros intereses y los suyos son exactamente los mismos hoy, que es lograr un éxito como el que tuvo en Idlib y construir una sociedad inclusiva y funcional que sea un islam moderado, no un Islam duro, dijo Barrack.

Hace menos de mes, Trump se reunió con Sharaa en Riad, la capital saudita, y anunció que levantaría todas las sanciones estadounidenses contra Siria. Esto marcó un giro radical en la política estadounidense, que hasta entonces consistía en evitar el diálogo directo con Shara y su gobierno interino.

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