En la cita que tiene lugar en el Palacio de las Convenciones hasta mañana, Alonso reiteró que el principal lastre de la economía cubana es el bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos con un costo anual de seis mil millones de dólares.
Las medidas de persecución y presiones financieras son el principal desafío en la actualización y perfeccionamiento del modelo económico y social cubano de desarrollo socialista, “no basta con soportar o sortear el bloqueo, tenemos que vencerlo”, apostilló.
Añadió que la restauración de los equilibrios macroeconómicos constituye una condición necesaria para lograr una mayor dinamización de los sectores productivos y un crecimiento económico sostenible, sin embargo, existen dificultades para avanzar en el Programa de Estabilización Macroeconómica ante variables que imponen retos a la actividad del gobierno.

Figuran entre ellas el reordenamiento y la protección de los flujos financieros externos el nuevo mecanismo de asignación de las divisas; la dolarización parcial de la economía; la intervención del mercado cambiario, la eliminación de los subsidios a productos; y la política de precios.
El empleo del swap de deudas y activos para obtener financiamiento en pos del desarrollo, negociar deudas y avanzar en la libre contratación de personal en la inversión extranjera, enumeró.
Otro de los desafíos económicos es lograr la recuperación del sistema electroenergético nacional y avanzar en el sostenimiento hacia el cambio de matriz energética, en el entendido que sin energía no hay desarrollo, resaltó Alonso.
A ello se suma, dijo, el necesario incremento de la producción nacional con énfasis en los alimentos, ampliar las capacidades industriales (y su modernización) para aumentar y estimular el consumo interno, exportaciones y sustituir importaciones.
De igual manera, es necesario aumentar las fuentes externas de financiamiento a partir de las exportaciones, inversión extranjera directa, recapturar las remesas, financiamientos a largo plazo, así como transformar el sistema empresarial estatal y asegurar la inserción efectiva de todos los actores económicos.
Alonso hizo especial énfasis en la reducción de las desigualdades sociales con políticas focalizadas, pues garantizará la mayor equidad e igualdad social; continuar la atención priorizada a personas, hogares y comunidades en situación de vulnerabilidad.
Reflexionó, además, sobre el insuficiente control interno y fiscal, y la disciplina financiera en muchos actores económicos.
Estamos seguros que sí podemos, debemos seguir proponiendo medidas y acciones para salir del estado actual, avanzar y triunfar, “no se trata de proponer qué hacer sino cómo hacerlo en las condiciones actuales sin recursos materiales, financieros, ni tecnológicos, con un alto endeudamiento externo y en medio de un brutal bloqueo, concluyó.
arc/tdd





