Un comunicado de la Cancillería peruana ratifica su pofunda preocupación por “la grave situación que amenaza la estabilidad en el Medio Oriente”.
Ante el incremento de las acciones militares en la confrontación iniciada por un ataque aéreo de Israel a Irán, el Gobierno del Perú “llama a las partes a la urgente desescalada de las acciones militares e invoca a que adopten un inmediato cese el fuego”.
Pide también “el inicio de negociaciones utilizando los medios y mecanismos existentes en el derecho internacional” y advierte que las acciones de beligerancia afectan la estabilidad regional y ponen en peligro a poblaciones ajenas a la zona de conflicto.
Al mismo tiempo agrega que esas acciones constituyen “una seria amenaza a la paz y seguridad internacionales”, por lo que afirma que “el progreso del conflicto es un escenario indeseable que podría generar situaciones de incalculables y nefastas consecuencias”.
Comparte al mismo tiempo el llamado del director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, quien señaló que “el único camino sostenible a seguir es uno basado en el diálogo y la diplomacia para garantizar la paz, la estabilidad y la cooperación”.
lam/mrs
