Al presidir una reunión del Consejo de Seguridad Nacional para abordar la escalada israelí y sus repercusiones regionales, el Monarca dijo que esa agresión tendrá repercusiones negativas y aumentará la tensión y la inestabilidad.

Reiteró la firme postura de Jordania de no convertirse en campo de batalla de ningún conflicto.

La diplomacia, las negociaciones y el respeto al derecho internacional son los que logran la seguridad y la estabilidad regionales, consideró el rey.

Reveló que Amán sigue sus contactos y coordinaciones regional e internacionalmente para lograr una calma general.

Abdullah II ordenó al Ministerio de Defensa a mantener la máxima disponibilidad y coordinación entre todos los organismos estatales para abordar los acontecimientos actuales, incluyendo la adopción de medidas que garanticen la seguridad, estabilidad y protección de los ciudadanos del Reino.

Instó a los ciudadanos a cumplir las instrucciones de seguridad emitidas por las autoridades pertinentes.

El Departamento de Seguridad General de Jordania había anunciado que tres personas resultaron heridas a consecuencia de la caída de trozos de misiles supuestamente israelíes e iraníes.

Las autoridades jordanas anunciaron que activarán las sirenas si misiles o drones entran en el espacio aéreo del país, e instaron a la ciudadanía a permanecer en sus hogares durante la alerta.

El ministro de Comunicaciones del Estado y Portavoz del Gobierno jordano, Mohammad Momani, afirmó que el Reino no ha permitido ni permitirá la violación de su espacio aéreo y no será escenario de ningún conflicto.

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