Según fuentes locales, el incidente ocurrió cerca de la localidad de Tal Abu Ghanem, e indicaron que las dos víctimas son jóvenes que se dirigían a hacer excavaciones arqueológicas en la zona.
Indicaron que las zonas desérticas de Sweida están altamente contaminadas con minas y artefactos explosivos, debido a que fueron escenario de operaciones militares previas entre los terroristas del Daesh y el antiguo ejército sirio.
Siria registró un significativo aumento en el número de víctimas de minas y municiones desde principios de 2025, en medio de advertencias sobre el deterioro de la situación humanitaria ante la falta de una estrategia clara para tratar esta amenaza.
Los informes del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Siria documentaron más de 500 nuevas víctimas durante el primer trimestre de 2025, en comparación con los 388 incidentes, 900 heridos y 380 fallecidos, la mayoría niños, registrados en 2024.
El CICR señaló en un comunicado emitido el 4 de mayo, que se registraron 748 víctimas entre diciembre de 2024 y marzo de 2025, más de 500 de ellas desde principios de año, lo que refleja una peligrosa escalada.
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