La Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales declaró la víspera alerta amarilla (de vigilancia) para siete regiones y varios municipios vulnerables por la crecida del río Ulúa, el más caudaloso de la nación centroamericana.
Los departamentos en alerta amarilla son Copán, Ocotepeque, Lempira e Intibucá (oeste), La Paz (centro), Valle y Choluteca (sur).
Además, la citada cartera ministerial decidió mantener la alerta verde (de prevención) en las regiones de Cortés, Yoro, Santa Bárbara (oeste), El Paraíso (este), Francisco Morazán y Comayagua (centro).
Según el Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), “el acoplamiento de una vaguada en superficie con una onda tropical produce lluvias y chubascos débiles a moderados y dispersos, con tormentas eléctricas en la mayor parte de Honduras”.
Los acumulados más grandes de precipitaciones se pronostican en zonas del occidente, sur y algunas áreas del centro del país.
Para este miércoles, la vaguada asociada a un sistema de baja presión producirá “nubosidad y precipitaciones en la mayor parte del territorio nacional», añadió el Cenaos.
Las autoridades recomiendan a la población mantenerse informada a través de los canales oficiales y tomar precauciones, ante la posibilidad de crecidas repentinas y actividad eléctrica durante las lluvias.
A las personas que viven cerca de ríos y en zonas propensas a deslizamientos, derrumbes, deslaves, hundimientos e inundaciones, se les pide tomar medidas preventivas, como evitar cruzar vados, ríos o quebradas crecidas como consecuencia de los chubascos.
En Honduras, la alerta amarilla conlleva evacuaciones preventivas en regiones con riesgo de deslizamientos, derrumbes, inundaciones o desbordamiento de ríos, mientras la verde llama a dar seguimiento al comportamiento de un fenómeno que pueda resultar en desastre.
El Gobierno de la presidenta Xiomara Castro envió la víspera ayuda humanitaria a los departamentos de Choluteca y Valle, entre los más perjudicados por las inclemencias del tiempo.
Honduras es un país altamente vulnerable a fenómenos meteorológicos extremos, intensificados por el cambio climático.
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