Así lo manifestó al intervenir en el evento sobre Prácticas alimentarias y enfermedades crónicas no transmisibles, dentro de la XV Reunión de ministros de Salud de los BRICS en Brasilia, capital de Brasil.
A solo cinco años del plazo acordado en Naciones Unidas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, subrayó, solo 24 por ciento de ellos y 23 por ciento de sus metas se cumplieron, publicó el sitio web del Minsap.
Detalló que entre los más rezagados figuran el hambre cero, el acceso al agua y la reducción de las desigualdades, condiciones y factores que determinan socialmente la salud y el bienestar de nuestros pueblos.
Al referirse a la incidencia de las ECNT en la salud de la población, destacó que más allá del sufrimiento humano, generan discapacidades, muertes prematuras y una enorme carga económica para los presupuestos sanitarios nacionales, ya de por sí en tensión.
Frente a este panorama, Portal insistió que la “respuesta al actual contexto que vivimos debe ser colectiva, coherente y sustentada en la cooperación”, por lo cual Cuba trabaja con organismos como la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la Organización Panamericana de la Salud y actores de la cooperación Sur-Sur, en múltiples iniciativas.
Remarcó que la salud no es un privilegio, sino un bien social universal; solo mediante políticas públicas integrales e integradas podremos transformar los determinantes sociales que la condicionan, puntualizó.
Entre las acciones que Cuba implementa con ese propósito, Portal hizo referencia a la puesta en marcha del Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, aprobado en 2020, que articula producción local, cultura alimentaria, educación nutricional y protección social.
Dicho Plan fue reforzado en 2022 con la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional, con el objetivo de garantizar políticas públicas saludables para reducir las enfermedades crónicas, detalló.
Además, explicó que Cuba cuenta con una Estrategia Nacional para la Prevención y el Control de las Enfermedades Crónicas No Transmisibles y sus factores de riesgo.
Mencionó la relación causal que existe entre los malos hábitos alimentarios y el incremento de enfermedades como la hipertensión, la diabetes, el cáncer y la obesidad.
Desde los BRICS debemos alzar una voz común que defienda la transformación profunda de los sistemas alimentarios como herramienta de justicia social y salud global, dijo.
Instó a apostar por la ciencia, la innovación, la soberanía alimentaria y la solidaridad internacional como pilares de esta batalla.
“Atender las Enfermedades Crónicas No Transmisibles es una apuesta por la dignidad y el desarrollo humano sostenible; es una apuesta por la atención centrada en la vida”, concluyó Portal.
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