Acorde con un comunicado ministerial al efecto, el caso fue detectado por un veterinario privado que visitó una granja en el municipio local de JB Marks y observó signos sospechosos.
Muestras clínicas fueron enviadas al Instituto Veterinario Onderstepoort (OVI) .
Además, se agrega en el documento, se detectó otro caso en un matadero de Madibeng. Los signos clínicos de los animales afectados no se detectaron en la inspección ante mortem, pero sí en la línea de sacrificio durante la inspección de la carne.
Posteriormente se confirmó por análisis de laboratorio la presencia de tipos SAT 2 y SAT 3 del virus.
El Ministerio puso en cuarentena las dos granjas asociadas con el brote, lo que prohíbe el movimiento de animales y sus productos (leche, carne).
La fiebre aftosa, se recuerda en el documento, es una infección viral altamente contagiosa que afecta a los animales de pezuña hendida y también puede afectar a otras especies. Los principales signos clínicos de la enfermedad incluyen fiebre, cojera y la aparición de ampollas y llagas en la boca, las pezuñas y los pezones.
En meses recientes se han producido brotes en cinco de las nueve provincias de Sudáfrica, siendo la suroriental KwaZulu-Natal la que ha experimentado el mayor impacto.
En curso hay planes, develados por el ministro John Steenhuisen, de adquirir 901 mil 200 dosis de vacunas.
El Ministerio indicó que las provincias de Limpopo (norte) y Mpumalanga (sur) también acometerán sus vacunaciones de rutina, que se realizan tres veces al año, y que algunas de las vacunas se destinarán a la central Gauteng y KwaZulu-Natal.
La semana pasada, el Consejo de Ministros anunció planes para establecer un consejo de bioseguridad que reunirá al Servicio de Policía Sudafricano, veterinarios, científicos, la Autoridad de Gestión Fronteriza (BMA) y líderes de la industria para responder mejor a futuros brotes.
mem/mv