Sin embargo, los Pacers, desde el Gainbridge Fieldhouse de Indianápolis, lleno total, forzaron las acciones la víspera para que la final de la liga profesional del baloncesto estadounidense en este 2025 se decida, obligatoriamente, en el séptimo partido, pactado para el domingo en el Paycom Center, casa del Oklahoma City.
El marcador 108-91 fue contundente en este sexto tope a favor de los Pacers y es la primera vez, desde 2016, que las finales se van a decidir en un séptimo encuentro. En aquella ocasión, los Cleveland Cavaliers, del gigante LeBron James, remontaron un 1-3 frente a Golden State Warriors.
A partir del segundo periodo, los Pacers comenzaron a ver la posibilidad del triunfo, luego que el equipo ganó el parcial por 36-17. Y pese a los rumores de que Tyrese Haliburton no iba a jugar, su estelar salió a la cancha y brindó una gran actuación, a pesar de una distensión en la pantorrilla derecha que sufrió en el quinto juego de la serie.
Haliburton terminó el sexto juego con 14 puntos y cinco asistencias, con tres triples en la cesta en 23 minutos de partido. El mejor anotador fue Obi Toppin (20 puntos). Pascal Siakam aportó 16 unidades y 13 rebotes.
No querían ver a otros celebrar un campeonato en su patio, dijo Haliburton a ABC, por eso «con la espalda contra la pared, simplemente respondimos».
En cuanto a los Thunder, Shai Gilgeous-Alexander agenció 21 puntos, seguido de Jalen Williams con 16 e Isaiah Hartenstein, con 10.
El lunes Oklahoma City obtuvo una importante victoria 120-109 frente a los Pacers. En igualdad de condiciones ahora, los dos quintetos acarician la primera copa de sus franquicias.
En el séptimo y definitivo encuentro es donde se conocerá al campeón de la NBA, aunque todo estaba listo para que en el sexto la palabra de siete letras la gritara el Oklahoma City.
npg/dfm