«En estos momentos discutimos, en primer término las cuestiones relacionadas con la normalización definitiva de las relaciones bilaterales, una normalización plena con la reanudación del trabajo de las respectivas embajadas a pleno volumen, el intercambio de visitas, entre otros asuntos», declaró Ribakov, citado por la agencia BelTA.

El diplomático, quien participó en un encuentro del presidente belaruso, Alexandr Lukashenko, con el enviado presidencial estadounidense para Ucrania, Keith Kellogg, también recordó que un asunto prioritario para Minsk son las sanciones unilaterales y absolutamente ilegales de Estados Unidos contra su país.

Igualmente refirió que en la citada reunión, la parte belarusa decidió la liberación de 14 presos, entre ellos el esposo de la ex candidata opositora a las elecciones presidenciales de agosto de 2020, y hoy exiliada, Svetlana Tijanóvskaya.

Las relaciones de Minsk con Washington y otras capitales occidentales se enfriaron por las denuncias de un supuesto fraude masivo en las presidenciales de 2020 y el apoyo de Belarús a la operación especial militar de Rusia en Ucrania.

Varios países, entre ellos Estados Unidos, miembros de la Unión Europea, el Reino Unido y Ucrania, no reconocieron esos comicios. En cambio Rusia, China, varias naciones del espacio postsoviético, Cuba, Venezuela, Nicaragua y Türkiye, entre otros, dieron por válidos los resultados de la votación.

Lukashenko acusó a Occidente de injerencia directa, y dijo que los disturbios fueron orquestados desde Estados Unidos con el respaldo de los europeos.

A finales de febrero de 2022, tras el comienzo de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, Estados Unidos suspendió el trabajo de su embajada en Minsk. La embajada belarusa sigue trabajando con un encargado de negocios al frente.

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