La formación política que encabeza el Partido Liberal Democrático (PLD) y su socio de coalición Komeito obtuvieron el peor resultado de los últimos 15 años en los comicios legislativos de la Cámara Baja (Cámara de Representantes), efectuados el 27 de octubre anterior.

Dichas elecciones dejaron muy debilitada a la formación gobernante, que para conseguir la aprobación de alguna iniciativa legislativa en estos momentos necesita negociar con otras agrupaciones políticas, principalmente el Partido Democrático Popular, tercera fuerza del país.

Aunque en la actualidad 145 de los 248 escaños de la Cámara Alta pertenecen a miembros del PLD y su formación asociada, esta realidad pudiera modificarse en menos de un mes y generar un cambio incluso más profundo.

En julio de 2025 concluye el mandato de seis años de la mitad de los actuales diputados y si el PLD pierde también la mayoría en la Cámara Alta, las presiones para que Ishiba dimita podrían incrementarse en un contexto particularmente complejo.

Japón hace frente a una crisis económica agravada por duras políticas arancelarias impuestas en los últimos meses por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Los resultados de las elecciones regionales a la Asamblea de Tokio, del pasado domingo, significaron otro duro golpe para el PLD al conseguir un mínimo histórico de escaños.

A partir de la dura situación económica, se prevé que la campaña electoral –programada para comenzar el 3 de julio- se concentre en medidas para aliviar y superar la crisis, así como apoyar al pueblo ante tantas dificultades.

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