A fines de la semana pasada, Idris afirmó que integrará un consejo ministerial “de esperanza” con tecnócratas, apolítico, aconfesional, sin consideraciones étnicas o confesionales ni el sistema de cuotas.
Las designaciones recayeron en el brigadier l Hasan Daud Kayan para Defensa y un civil, Babiker Samra Ali, para Interior, según el comunicado remitido a la prensa.
El nuevo gabinete deja sin funciones gubernamentales al Consejo Soberano de Transición (CST), presidido por el general Abdel fattah al Burhan, coprotagonista con el caudillo de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, inglés) de la guerra civil que devasta a Sudán hace 26 meses.
La integración de un gabinete patrocinado por el CST, que es el gobierno reconocido, limita al mínimo las opciones de las RSF de promulgar una nueva Constitución e integrar un gobierno paralelo que regiría en las zonas bajo su control.
Sin embargo, hasta donde el nuevo Consejo Ministerial logrará sus propósitos, es tema de conjeturas, cuenta habida que la guerra civil aún está en curso y sin indicios de una solución.
Horas atrás del ataque, del que se culpa al Ejército, al hospital Al Mujlad, en Kprdofán Oeste (sur), causante de la muerte de 40 personas, entre ellos niños y personal facultativo y paramédico.
La guerra civil sudanesa está calificada por la ONU como la causante de la peor crisis humanitaria de que se tiene noticia, por el desplazamiento de 14 millones de personas, 24 mil muertes y la devastación de este país del noreste de África.
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