Según fuentes locales, los niños están siendo utilizados para transportar bienes robados, realizar trabajos forzados, servir como soldados o ser obligados a contraer matrimonio, en el caso de las hembras.

El grupo Al-Shabab, afiliado al Estado Islámico, ha sido acusado anteriormente de usar como soldados al menos a 70 niños secuestrados de sus hogares en varias incursiones armadas donde también saquearon tiendas y almacenes en busca de alimentos.

Algunas fuentes consideran que la violencia en esta región ha desplazado ya a unas 600 mil personas que abandonaron sus hogares, ante continuos ataques de estos grupos islamistas.

Cabo Delgado es una de las zonas más ricas en recursos naturales del sur de África. Sus tierras tienen gas, petróleo, mármol, grafito, rubíes, oro y madera de gran calidad. Se considera que la autoría de la mayoría de las agresiones pertenece al grupo radical islámico Al Shabaab, aunque este no guarda relación alguna con la formación homónima que opera desde hace años en Somalia.

Las fuerzas gubernamentales han luchado para contener la violencia, confiando en el apoyo de las tropas enviadas por Rwanda, Sudáfrica y otros asociados regionales.

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