En representación del Gobierno de la presidenta Xiomara Castro, la delegación de la nación centroamericana abogó a favor de la integración regional, la defensa de los derechos humanos y el respeto a la soberanía de los pueblos.
Al intervenir en la reunión, con sede en Antigua y Barbuda, Roberto Ramos, asesor ministerial del Despacho del Canciller de Honduras, ratificó su convicción de que “otro hemisferio es posible, uno basado en la solidaridad entre los pueblos y el respeto a la dignidad humana”.
Ramos recordó que su país asumió con responsabilidad un rol activo en la Celac durante la presidencia pro tempore del organismo hasta abril último, desde donde impulsó una agenda de integración soberana, inclusiva y progresista, subrayó.
En esa línea, llamó a fortalecer los mecanismos de cooperación, revitalizar el multilateralismo regional y robustecer la Celac como una voz común frente a los grandes desafíos globales.
Durante su alocución, el funcionario aclaró que Honduras rechaza toda forma de intervención o injerencia externa, y que ninguna nación debe imponer su voluntad sobre otra bajo pretextos de seguridad, lucha contra el crimen o intereses económicos.
Expresó que la administración de Castro no busca aliados “que nos dicten condiciones, sino socios que nos acompañen con dignidad en la construcción de una América más justa, libre y soberana. Señor presidente, el tiempo de los pueblos ha llegado”, enfatizó.
Ramos destacó que el ser humano es el centro de la política estatal promovida por su gobierno, el cual priorizó la reparación a víctimas de violaciones de derechos humanos y fortaleció los mecanismos de protección para defensores, pueblos indígenas y la comunidad LGBTQ+.
En materia de movilidad humana, el diplomático denunció que la migración no se resuelve con muros ni represión, sino mediante desarrollo compartido y responsabilidad común, abordando causas estructurales como la pobreza, la violencia, el cambio climático y la falta de oportunidades.
Exhortó a los Estados de destino a tratar a “nuestras hermanas y hermanos migrantes con humanidad, respetando sus derechos sin criminalizarlos ni estigmatizarlos”, acentuó.
Sabemos que los desafíos son enormes, pero también lo es la determinación de nuestros pueblos, expresó Ramos, quien extendió la mano fraterna de Honduras para construir una región más humana, solidaria y esperanzadora.
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