La nota del órgano legislativo de la nación centroasiática refirió que en su octava reunión plenaria se debatió y aprobó la ley Sobre la adhesión de la República de Uzbekistán al Convenio de Viena sobre la Responsabilidad Civil por Daños Nucleares (Viena, 21 de mayo de 1963).
Previamente la Cámara Baja del Legislativo uzbeko había aprobado esa ley a finales de mayo pasado.
La adhesión de Uzbekistán a este convenio permitirá implantar en la república tanto las normas internacionales de regulación de la responsabilidad por daños nucleares, como el sistema de seguro y de mecanismos de compensación en el sector de la energía atómica.
Además, se ampliará la cooperación de Uzbekistán con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y se intensificará la realización de proyectos prometedores dentro de los programas de esa entidad.
El Convenio de Viena sobre la Responsabilidad Civil por Daños Nucleares se aprobó el 29 de abril de 1963 y se abrió para la firma el 21 de mayo del mismo año.
Según el Preámbulo de este documento, su propósito principal consiste en establecer normas mínimas de la garantía de protección financiera contra los daños que podrían surgir como resultado del uso pacífico de energía nuclear y también en contribuir al desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones.
En mayo de 2024, Tashkent firmó el primero en su historia contrato de construcción en la provincia uzbeca de Yizaj, según un proyecto ruso, de una central nuclear de baja potencia, que tendrá seis reactores RITM-200H de 55 megavatios cada uno.
Como contratista general actuará Rosatom, en la construcción participarán también unas compañías locales. Las obras podrían arrancar en 2026.
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