Durante el acto efectuado en el departamento de Santa Cruz con la presencia de los ministros de Defensa y Medio Ambiente, Edmundo Novillo y Álvaro Ruiz, respectivamente, Arce explicó que se trata de una estrategia integral que articula prevención, control y restauración de zonas afectadas.
“Ponemos en marcha un conjunto de medidas orientadas a preservar nuestro medio ambiente, amenazado en esta época del año por los pavorosos incendios forestales que han impactado de manera dramática y negativa sobre nuestros bosques y campos (…)”, recordó el dignatario durante el acto oficial.
En referencia a esos siniestros, subrayó que afectan no solo la calidad de vida humana y de otras especies, sino a la vida misma.
Contempla el plan líneas estratégicas como el fortalecimiento institucional, manejo integral del fuego, capacitación y sensibilización ciudadana, articulación informativa para respuesta rápida y reforestación en áreas afectadas.
Según el jefe de Estado, la meta es reducir la superficie afectada por quemas e incendios en todo el territorio nacional, así como proteger a las comunidades indígenas, originarias y campesinas.
Insistió en que el éxito de esta estrategia depende de la acción conjunta entre el Gobierno nacional, los subnacionales, la sociedad civil y la cooperación internacional.
Asimismo, se prevé fortalecer las brigadas comunales y los guardaparques del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), además de consolidar comandos interinstitucionales para monitorear, prevenir y reaccionar ante emergencias, según se informó.
Recordó Arce que, en 2024, Bolivia “enfrentó una de las peores crisis ambientales de su historia”.
Datos oficiales, cifran entre 10 y 12 millones de hectáreas las afectadas ese año por incendios forestales con la biodiversidad correspondiente, de las cuales el 57 por ciento correspondíó a bosques y 43 puntos porcentuales a pastizales y vegetación baja, con Santa Cruz, Beni, La Paz, Cochabamba y Pando como los departamentos más azotados.
El Gobierno movilizó a más de nueve mil 500 efectivos militares, bomberos voluntarios y policiales, además de equipos especializados en coordinación con las Fuerzas Armadas, el Ministerio de Medio Ambiente y otras entidades.
También se instalaron centros de monitoreo, comandos de incidentes y operaciones aéreas desde Santa Cruz, a lo cual se sumaron la estimulación de lluvias y colaboración de expertos y brigadistas procedentes de Francia, Venezuela, Brasil, España, Chile y Canadá.
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