De acuerdo con un pronóstico publicado en el sitio digital especializado IlMeteo.it, esta situación extrema, con 8,0 grados centígrados por encima del promedio estacional, persistirá al menos durante la primera quincena de julio.
El meteorólogo Antonio Sanó señaló en un análisis divulgado en ese medio informativo, que la vasta zona de altas presiones que envuelve gran parte de Europa, desde la península ibérica hasta las islas británicas y la región central del continente, también incluye a Italia, “situada justo en el corazón del anticiclón”.
Como resultado directo de esta configuración, la actual ola de calor podría superar los niveles del verano de 2003, uno de los peores jamás registrados por sus altas temperaturas.
El especialista consideró, sobre la base de los cálculos realizados, que en la norteña ciudad de Milán los termómetros podrían marcar entre 37 y 38 grados durante cinco días consecutivos, lo que representa un evento sin precedentes en la historia climática de esa urbe.
Una situación similar se presentará en Florencia, Roma y Nápoles, donde se esperan picos de 39 y hasta 40 grados, que afectarán principalmente las llanuras del norte y las zonas del interior del centro de Italia.
Sanó refirió que un aspecto que agravará la situación será la inexistencia de un “alivio nocturno”, pues el calor se seguirá sintiendo durante las llamadas “noches tropicales”, un término que en climatología indica temperaturas mínimas en esas horas superiores a los 20 grados centígrados.
En las grandes ciudades, debido a la humedad, los valores mínimos percibidos en horario nocturno podrían rondar los 30 grados, y será difícil bajar de 28 grados centígrados, apuntó Sanó en su estimado.
Por otra parte, debido a la gran cantidad de energía térmica acumulada por estos días, el verdadero peligro en Italia será la probable ocurrencia de fenómenos meteorológicos extremos, como lluvias torrenciales y granizadas, agrega la fuente.
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