Estamos en una fecha significativa, expresó el mandatario, y destacó en este «no solo al médico de los pobres y científico, sino también quien atendía y atiende a nuestro pueblo”.
Recordó que desde su niñez fue “testigo del poder sanador de su intercesión, habiendo sido salvado en varias ocasiones de enfermedades que amenazaron mi vida”.
Vengo de una familia que ha venerado su nombre, y sé en lo profundo de mi corazón que José Gregorio nos pertenece a todos y todas, y que su luz divina sigue tocando nuestras vidas, afirmó.
El gobernante significó que Hernández “es un gran referente moral, ético y espiritual que representa la esperanza y la compasión de un pueblo solidario”.
Comentó que su entrega, humildad y devoción inquebrantable hacia los más necesitados “nos recuerdan la importancia de la fe y la oración en nuestra vida cotidiana”.
Maduro señaló que, en cada rincón de Venezuela, su legado se manifiesta y nos anima a buscar el camino del amor y la sanación.
Gracias al Papa Francisco se hizo justicia; estamos en paz y esperamos con mucha felicidad el mes de octubre para celebrar su elevación oficial al cielo como un símbolo de fe para quienes creemos en su poder divino, indicó el jefe de Estado.
“Que la paz, la salud y el amor florezcan en nuestra patria, a través de la intercesión de San José Gregorio Hernández. Agradezcamos a Dios por habernos dado un instrumento tan noble en nuestra historia y vida cotidiana. ¡Que viva por siempre su legado!”, ponderó.
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