La noticia trascendió días después del deceso del canadiense Johnny Noviello, de 49 años, quien contaba con una tarjeta verde (Green Card de residencia permanente desde 1991) y estaba retenido por las autoridades migratorias para su deportación.
Según reveló la víspera la agencia federal, Pérez falleció el jueves anterior luego de pasar semanas en el Centro de Detención Krome (el mismo que ha sido objeto de denuncias por sus malas condiciones).
Un comunicado de ICE señaló que Pérez estaba en la unidad médica de Krome, donde el 26 de junio comenzó a sentir dolores de pecho y después de los primeros auxilios se le trasladó “a un hospital en Kendall, donde lo declararon muerto”.
El arresto del cubano se produjo el 5 de junio durante un operativo en Key Largo, donde supo que es inadmisible para permanecer en Estados Unidos después de tantos años.
Pese a haber llegado en 1966 nunca regularizó su estatus. En 1981 y en 1984 la Corte del Distrito Sur de Florida dictaminó que era culpable por posesión de sustancias controladas.
El 7 de junio se reportó la muerte bajo custodia de ICE en Georgia del mexicano Jesús Molina Veya, de 45 años, y el 25 de abril la de Marie Ange Blaise, de 44, en el Centro de Transición de Broward, en Florida.
Desde que Trump regresó a la Casa Blanca, al menos siete inmigrantes fallecieron en instalaciones de ICE en medio de su ofensiva migratoria destinada a lograr las mayores deportaciones en la historia de Estados Unidos.
Tom Homan, el zar de la frontera del Gobierno de Trump, respondió a la pregunta de un periodista que “la gente muere bajo custodia de ICE”. “Tenemos los estándares de detención más altos del sector”, añadió. Exactamente, ¿qué quiso decir?
rgh/dfm





