Los republicanos quieren destrabar la votación después de llevar al pleno alrededor de las 21:20, hora local Este, un sufragio sobre las normas de procedimiento que abrió el debate sobre la versión del proyecto aprobada ayer en el Senado.
Varios congresistas de ese partido, tanto conservadores como moderados, se han opuesto al «gran y hermoso proyecto de ley» y no encuentran todavía el camino para cumplir el compromiso autoimpuesto de proclamar la victoria del paquete legislativo antes de la fecha límite del 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos y feriado federal.
Los más radicales están indignados por el impacto que el plan presupuestario tendrá en el déficit, mientras que los centristas se muestran inquietos por los efectos de los recortes a Medicaid y la desgravación fiscal para energías renovables en sus distritos.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y Trump pasaron gran parte del día tratando de convencer, en especial, a los halcones en el Freedom Caucus, quienes amenazaron con bloquear el proyecto de ley y paralizar la acción en el plenario.
Según la Oficina de Presupuesto del Congreso el proyecto tal como salió del Senado aumentaría los déficits federales en 3,3 billones de dólares en la próxima década.
El gigantesco paquete de recortes de impuestos y gastos de Trump destinaría 160 mil millones de dólares a la seguridad fronteriza y el control de la inmigración, 150 mil millones al presupuesto del Pentágono y dispararía el techo de la deuda nacional, unido a esos sensibles recortes en programas sanitarios y de alimentos, que afectarían a millones de estadounidenses.
La ambiciosa propuesta legislativa en un congreso dominado en ambas cámaras por los republicanos busca consolidar las prioridades fiscales y políticas de Trump de cara al ciclo electoral de medio término de 2026.
jha/dfm





