En sus redes, la exmandataria compartió que Lula “estuvo en mi casa, donde estoy bajo detención domiciliaria por decisión de un Poder Judicial que hace tiempo dejó de disimular su subordinación política y se convirtió en un partido político al servicio del poder económico”.
El mandatario brasileño viajó a Buenos Aires para participar en la Cumbre del Mercosur y luego de la cita aprovechó para abrazar a Cristina en su departamento del barrio porteño de Constitución.
En su descarga, Cristina recuerda que “Lula también fue perseguido, también le hicieron lawfare hasta meterlo preso, también intentaron callarlo. No pudieron. Volvió con el voto del pueblo brasileño y la frente en alto. Por eso hoy su visita fue mucho más que un gesto personal: Fue un acto político de solidaridad”, escribió.
“Los ojos del mundo están viendo con atención como Argentina vive una auténtica deriva autoritaria de la mano del gobierno de Milei, en lo que podemos identificar como terrorismo de Estado de baja intensidad”, advirtió.
Recordó que el miércoles la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, hizo detener a varias compañeras. Todas ellas… mujeres, jóvenes y militantes, a pedido del legislador José Luis Espert, para quien sus opositores solo merecen «cárcel o bala».
Eso “lo vimos el pasado 18 de junio, cuando estuvieron identificando y hostigando a las personas que marchaban para movilizarse a Plaza de Mayo”, en referencia a la gigantesca manifestación en su apoyo y de protesta contra la condena avalada por la Corte Suprema de Justicia y cómo la gendarmería detuvo requisó ómnibus, bajo a pasajeros, retrató sus identificaciones entre otras amenazas.
“Nos costó demasiado construir la democracia argentina como para permitir que ahora, paso a paso, la desmantelen. Sin embargo, esa misma democracia hoy está siendo vaciada desde adentro por un gobierno que se dice libertario, pero que solo le da libertad a los más ricos”, consideró la expresidenta.
Añadió que esa manifestación antidemocrática se puede ver cotidianamente en los ataques y violaciones a la libertad de prensa, y citó que Reporteros Sin Fronteras señaló que Argentina fue el país con la mayor caída en libertad de prensa del mundo, 47 posiciones en los dos años que lleva Milei de presidente.
Se refirió también al nuevo plan de inteligencia nacional secreto que autoriza el espionaje interno a todo aquel que “erosiono la confianza” en el relato oficial.
Y como si fuera poco, ahora Bullrich quiere que la Policía Federal pueda vigilar lo que gente sube a las redes sociales sin orden judicial, además de hacer detenciones preventivas sin que exista delito alguno, escribió.
“Esta es la deriva autoritaria… Este es el Terrorismo de Estado de baja intensidad que vive Argentina”, recalcó en su largo descargo en las redes sociales al analizar la situación política del país.
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